jueves, 1 de abril de 2010

Roland Barthes, Fragmentos de un discurso amoroso

“ Un mandarín estaba enamorado de una cortesana.“Seré tuya”, dijo ella, “cuando hayas pasado cien noches esperándome sentado sobre un banco, en mi jardín, bajo mi ventana.” Pero, en la nonagesimonovena noche, el mandarín se levanta, toma su banco bajo el brazo y se va.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar!! :)